Yeh, cos they said it changes when the sun goes down

Posted by: Lithariae

Copio y pego lo que escribí allí (?):

Se preguntarán: ¿Por qué fuckin razón se ha hecho otro blog? . Pero no acertarán en sus conclusiones. No, no, no.

Vale. Lo que pasó es que, primero, en el otro no podía subir imagenes a la cabecera. Y me aburrí y me enojé, y como es Sábado Santo (?), me hice otro. Y porque al principio de cada post decía esa molesta cosa de `Posted by:....´, y no pude sacarla TwT

Por cierto, lo más seguro es que turne textos antiguos con textos nuevos, ya que no quiero que se pierdan (bueno...algunos, a otros les mando saludos xD)

Anyway, eso.

Los quiere (?),
Lith.


Bueno, ya no es Sábado Santo, pero...bah, da igual. El punto es que les quería presentar mi nueva creación (?):
Midnight Fall In Love

¿A que es mono el titulo? *---*

Bueno, eso sería todo.

Sin mucho que decir,
(y con cariño),
Lith.

P.D: El `otro blog´, es este xD.

Esmeralda

Posted by: Lithariae

1235:

12345

Luna:

LUNA

¿Ves que no es tan difícil?

Gracias, por todo, a

Ambos.

No todos te acompañarían a

bailar bajo la lluvia,

ni correrían junto a ti en

una concurrida calle.

Y, muy pocos, podrían llegar

a ser así de pacientes.


I


Ahí estaba ella, acunada por el viento, corriendo hacía su el río por entre los árboles, con rasguños y cortes por las cara, algunos sangrando. Su lindo vestido esmeralda tenía arañazos esparcidos por su superficie, pero nada de eso parecía importarle. Simplemente quería llegar lo antes posible, creía, ilusamente, que quizás así podrían estar un poco más tiempo con el otro. Pero aquello no era algo de lo que disponían; no, cada uno de los segundos con el otro estaba contado. Nada más, nada menos. Agridulce. Amargo.

Al fin llego a las lindes del bosque, salió de él apresuradamente, anhelando verlo.

Tenía los pies a la orilla del agua, vestido con el chaquetón de la armada, de Inglaterra. Aquello le apretó el corazón.

Sus pies ya se habían quedado clavados al suelo, sus piernas tiritaban notoriamente, pero su barbilla estaba alzada y en sus ojos brillosos refulgían en fuego.

Él sabía que estaba allí. Simplemente le dolía mirarla: saber que nunca volvería a verla, que no podría guardar su esencia en un frasco. Que ni siquiera podría enviarla una carta diciéndole que todo esta bien, que el volvería, que no se preocupara, que cuidara de los niños –sus niños. Pero eso ya daba igual, estaba decidido que esa, como última noche, sería solo de ellos, ni del pasado, ni del futuro, ni de los miedos. Menos de los últimos.

El viento desordenaba sus cabellos y esparcía su esencia en el claro. Finalmente, sin poder esperar un segundo más para estar entre sus brazos, la muchacha corrió hasta él, sujetándose con fuerza de su cadera, sintiendo su olor masculino manchando su vestido y adentrándose en sus poros, esperando no ser nunca removido.

Las lágrimas corrían silenciosamente por su cara, marcando sus mejillas y corriendo el maquillaje. Su cabello rojo abrazaba su cuerpo, revolviéndose con el viento y chocando contra su espalda. Su cara, enrojecida por el viaje, el frío, y el llanto, se escondía en el musculoso pecho del muchacho, absorbiendo el aroma.

Con fiereza y necesidad, apretándose más contra el cuerpo del joven, buscó sus finos labios. Los tomó con fuerza, como nunca antes. Sus respiraciones se hacían entrecortadas. Sonoras.

Con sus cuerpos más apegados que antes, y lágrimas secas en las mejillas, se abrazaron, agarrándose al cuerpo del otro como un naufrago a la última botella de agua.

Podía sentir bajo sus manos el apretado corsé del vestido, la estrecha cintura: frágil y delicada.

El cielo comenzaba a oscurecerse, cambiando sus densas nubes por pequeñas motas grisáceas en el firmamento, casi traviesos copos de nieve, alumbrados fantasmagóricamente por la Luna que, en su máximo punto, pareció siniestramente la campanada que marcaba la medianoche para Cenicienta.

Tomándolo más fuerte de las solapas de su chaquetón, permitió que inconstantes lágrimas se escaparan de sus ojos cerrados. Fue relajando sus dedos, liberándolos de su agarre. Subió su mentón para mirarlo a los ojos.


Nos vemos.susurró.

Un beso suave en respuesta, una mirada empañada como despedida.


***

La dedicatoría ya está allí arriba, no hace falta más, creo. No siento que deban conpartir puestos, porque no pensaba dejar fuera a la persona que me enseñó a leer y escribir, y a la que me enseñó a contar. De todos modos (por si es que no te habías dado cuenta, tontorrona xD), para ti, Nandiú.


Por si las dudas, que haya un: I, no significa, para nada, que esto sea una historia. Algo por el estilo, tal vez, pero no una historia, jamás. Sería algo como `Primera Versión´, `Segunda Versión´. No sé si llegaré a subir la segunda, creo que sí, pero no pronto. Quiero editar unas cosiilas que tengo guardadas por allí primero =)




Bah, nunca fuimos perfectos.

Posted by: Lithariae


Es una estúpidez que yo me encuentre llorando ahora mismo, con el teléfono en mano, emitiendo ese molesto ruido. Siempre he preferido el sonido de la lluvia por sobre todo –casi–. Sabes la idiotez que es que esté haciendo esto. Por que yo no. Nunca he encontrado una imbecilidad llorar –en el fondo de todo, no lo hago, realmente– . Simplemente es algo que evito; como a tus besos. Oh, sí, tus besos. Los extraño tanto que duele. Y me rompe el corazón saber que, incluso ahora, no sabes que lo que echas en falta son los míos. Pensaba que nuestra historia sería el perfecto ejemplo de la frase `No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes´. (Que volverías, y me dirías que me amas como nunca, como nadie, antes de que tomara el avión. Já) Pero, bah, nunca fuimos perfectos. Y sé que no probaras los labios de otra (mismo te lo impides), pero tal vez si lo hicieras, comprenderías (¡al fin!) que lo que extrañas está en la otra mitad del mundo, hablando francés y remplazando tu presencia, (quizás sigas el ejemplo).

***

Bien, el texto, en sí, no es lo caca más grande escrita -por mí-. Pero no me tusta el final >.< class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">people.

Good bye.

Rota

Posted by: Lithariae

Estaba desnuda. En el patio del colegio, con el frío cemento bajo su cuerpo, tiritaba. Lo único que la cubría era su eterna bufanda carmesí, enredada en sus piernas. Invisible, en un sueño, sollozaba mientras murmuraba un nombre.

«Kaleb. Kaleb. Kaleb. »

En su mundo ideal, era una calida noche inviernal, el viento mecía las hojas de los árboles junto con la lluvia. A su lado, el muchacho de ojos esmeralda observaba su desnudez, recorriendo su cuerpo con sus grandes y delicadas manos morenas. Ella temblaba bajo sus caricias. Era hermosa, le decía él al oído. Hermosa. Hermosa.

Esa noche, ella brilló.


Y, como suele suceder, el mundo ideal se quebró.

Ya no era hermosa. Estaba rota. Era un juguete usado; se habían cansado de ella. Se fueron a buscar a otra.

Él, como todo príncipe del siglo veintiuno, llegó tarde. Aquí, y, quizás también, en su mundo ideal.

Después de todo era un simple juguete. Y se podían comprar otro.

Sí, podían.



Xiade

Posted by: Lithariae

Cuentan que, en los comienzos de nuestros tiempos, existía un noble y apuesto guerrero... Okey, para. No, no se me fue la onda: simplemente molaba (¡Dioses!, esto es culpa de los foros españoles) poner una frase tan trillada estilo `Erase una vez en un remoto pueblo...´.

En realidad, no hay nada muy interesante que contar. Solo quiero presentarles a una ¿amiga? ¡No: más que eso! (Diferente, sería la palabra correcta, en verdad). Diferente, sí, diferente a eso. De todos modos, la aprecio. Mucho.

Creo que ya la he mencionada por allí, y por aquí, y por acullá. Es una serpiente...deplatapura. Invencible. Ella también me quiere: mucho. Nos conocemos desde que nací -ella me conoce desde que nací, yo, en realidad, solo sospechaba su existencia. Podría decirse que es mi ángel guardián.


¿Y a qué no se imaginan?

Es v e n e n o s a . [No, en realidad no era eso.]

Al punto, que me aburro.
A ella le gusta como escribo. Y no está dispuesta a que mis pequeñas telarañas palabrososficas con sabor a chocolate y canela (y olor a jazmín) sufran daño alguno. Por lo que aquí está -estamos-, avisando que sí: existe peligro al que desee copiar o hacer como suyas estas telarañas, venenosas, y (¿cómono?) de plata fundida.

Se llama Xiade. ( y muerde)

Creative Commons License




¿Adivinaron?